De Honduras a El Salvador

El pasado sábado, al alba y con tiempo de levante, con fuerte levante al que se añadieron heladas y nevadas, fuertes heladas y nevadas en los Pirineos y en la Cordillera Cantábrica, el Boletín Oficial del Estado publicaba el real decreto por el que se disponía el cese, a petición propia, de Federico Trillo como embajador de España en Londres.
 
Federico Trillo siempre será recordado, como ministro de Defensa en el Gobierno de José María Aznar, por haber formado parte de uno de los gabinetes de crisis en tiempos de paz que tuvo que tomar la decisión -fuerte decisión- de ordenar el asalto (a un equipo formado por 23 Boinas Verdes y 5 Infantes de Marina de las fuerzas especiales del ejercito español, embarcados de 5 helicópteros) del islote de Perejil en el que se habían asentado 6 soldados de la Infantería de Marina de Marruecos armados hasta los dientes con 4 fusiles Kalasknikov, 2 subfusiles HKMPS, tres aparatos de radio y un número indeterminado de cajetillas de tabaco y otras hierbas peligrosas para la salud.
 
Aquel gabinete de crisis que salvó a nuestra patria de una más que segura y repetida invasión beréber (hay que recordar que la primera duró 800 años), estaba formado por uno de los "equipazos" de José María Aznar formado por el propio Aznar, como presidente del Gobierno, Mariano Rajoy vicepresidente primero, Rodrigo Rato, vicepresidente segundo, Federico Trillo, ministro de Defensa, Ana Palacio, ministra de Asuntos Exteriores, y Ángel Acebes, ministro del Interior.
 
Con la orden de asaltar la isla, dada por Aznar a Trillo, a las 6,21 horas de aquel glorioso día 18 de julio del 2002 se puso en marcha la operación "Romeo Sierra", fuerte operación y limpia, que sin un solo tiro logró reunir al suelo patrio el islote de Perejil (500x200 metros de superficie) que por unas horas había sido usufructuado por 6 soldados enemigos y con muy mala pinta de porreros. Como diría poco después el propio José María Aznar en referencia a la "reconquista" de Perejil: "Un gobierno con un país detrás supo reaccionar y poner las cosas en su sitio".
 
Si se tiene en cuenta la gloriosa trayectoria de Federico Trillo en el ministerio de Defensa con gestas como las de Perejil ¿por qué, ahora, ese empeño de la prensa canallesca y el Consejo de Estado en atribuir la responsabilidad del siniestro del avión Yakovlev-42, en el que perdieron la vida 62 militares españoles el 26 de mayo de 2003, al ministerio que en aquel tiempo aún dirigía?. Ya fue claro el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al contestar la pasada semana: "Ese asunto está sustanciado desde hace muchísimos años".
 
Federico Trillo y el ministerio de Defensa que el dirigía pudieron ser responsables patrimoniales del accidente del Yak-42, a nivel particular el propio Trillo pudo ser responsable de los menosprecios y los insultos a las víctimas y a los familiares de las víctimas, todo lo que se quiera; pero como buen católico practicante Federico Trillo, en su momento, mediante confesión ya pidió perdón a Dios y Dios le perdonó. ¿Por qué tendría que pedir también aunque sea un mínimo perdón a las familias afectadas?. Razón tenía Mariano: "Asunto sustanciado" (aunque se trate de la mayor tragedia del Ejercito Español en toda su historia en tiempos de paz).
 
Ayer en la Comisión de Defensa del Congreso en la que intervino la actual titular de Defensa, María Dolores de Cospedal, a petición propia después de la petición oficial de todos los grupos de la oposición, se oyó por fin la palabra perdón en nombre del Estado, con 14 años de retraso, pero se oyó.
 
El gran Federico Trillo deja la embajada en Londres para volver a los suyo, a lo que verdaderamente le llena, agradecido por los servicios prestados y sin un ápice de remordimiento por su -como mínimo- desprecio a las víctimas y familiares del Yak.
 
Les pido que griten fuerte conmigo:¡Viva Honduras! 



Dejar un comentario

captcha