Perlora

El domingo me acerqué hasta Perlora, otrora ciudad residencial emblemática y ejemplo vigoroso del turismo social en España -y posiblemente en Europa-, hoy permanece sin actividad y es un ejemplo vergonzoso de la dejadez, la desidia, la falta de iniciativa y la incapacidad de la clase política y empresarial de nuestro Principado de Asturias.
No sabría calcular cuántos coches estaban aparcados en las calles y plazas del recinto residencial, si me apuran diría que en torno a dos mil; del mismo modo no sabría decir cuántas eran las miles y miles de personas y familias que ocupaban las playas, los parques y jardines, y hasta los porches de los chalets de la ciudad fantasma.
Un motor de empleo, un captador directo de turismo y posiblemente de otras inversiones indirectas de primer orden -tanto para el concejo de Carreño como para toda Asturias- permanece abandonado al lado de nuestro mar Cantábrico.

En Asturias, cien mil personas en el paro y "vamos sobraos".



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