Los chismes son para el verano

Se dice y con razón que  durante el verano se lee mas. Se achaca a que los habitos durante el estío se mudan y desarrollamos lo que solemos tener aparcado durante el resto del año en que estamos inmersos en la ocupación profesional de cada cual (hasta aquí, la pura teoría). Pasamos mas horas al aire libre, viajamos, somos mas asociativos y aunque siempre decimos lo mismo año tras año, mentimos: "voy, desconectar del todo, nada de prensa, menos TV..." y hasta queremos desprendernos del reloj.  
Entonces me contradigo, al afirmar que se lee mas, lo ideal seria depositar la vista sobre aquellos libros que en algún momento adquirimos con el fin de cuando tengamos tiempo... y que en vez de ir haciendo hueco en la librería, ésta cada vez esta mas repleta por los deseos incumplidos.
Las terrazas son propicias no solo para las "cañas" también como no, para echar un vistazo a la prensa escrita y de reojo a la pantalla de la tele (hasta aquí, la practica).
Estos días, lo del Sr. Mas que quiere mas. El honorable Sr. Pujol que ocultó en Andorra, la fortuna familiar. Aviones que no llegan a sus destinos. Los Reyes que siguen con su particular tournée. Este año nos libramos del pose de la Obregón, los años (de ella) nos hicieron un enorme favor. La casta política tan en boga -siempre- nos dará un respiro hasta que empiece el nuevo curso. Los veredictos de tantos juicios pendientes en espera de condena las dejaremos entre bambalinas. Los torneos veraniegos de fútbol hasta en la sopa (por cierto, el Marques del Bosque, sigue en el cargo, nos ha jodido !, como diría un castizo). El PSOE, cierran filas entorno al nuevo líder, aunque la que va cortar el bacalao será la califa Susana Díaz. Nuestra delegación astur regresa del congreso ligera de cargos.
Como nadie lee, ni ve la tele, ni se entera de la hora...para que seguir escribiendo. Voy a buscar al Quijote, espero terminarlo, esta vez solo. La primera vez que lo leí parecíamos un coro, en un aula de los Hermanos de la Salle (Caborana-Aller) nos lo íbamos pasando de uno a uno, bajo la vara del fraile de turno que sino estabas atento conocías el roce del palo de avellana.
Ganas tengo de que llegue la segunda semana de agosto para hacer lo que hace todo el mundo... nada!



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