La Sanidad asturiana busca mejorar la calidad de vida ante el alzhéimer

La Sanidad asturiana busca mejorar la calidad de vida ante el alzhéimer

Mañana se celebra el Día Mundial del Alzhéimer, una patología que supone más de la mitad de las demencias y repercute de forma grave en la calidad de vida de los afectados y su entorno. Su incidencia en Asturias va en aumento y  desde 2015 se sitúa en 76 casos por cada cien mil habitantes

 

 

Asturias.-La Consejería de Sanidad se compromete a continuar avanzando en nuevos modelos organizativos y de atención a los pacientes con enfermedad  de Alzheimer y otros procesos de deterioro cognitivo, en la línea de la unidad de demencias que ya existe en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

 

El objetivo es conseguir una mejora global de la atención al enfermo y sus familias durante todo el desarrollo de esta patología desde nuevos planteamientos asistenciales y de apoyo a las personas. Se trata, sobre todo, de profundizar en el trabajo en equipo y potenciar el papel de la enfermería y la colaboración con el entorno del afectad y las asociaciones de pacientes.

 

Es fundamental, además, prestar apoyo a las personas cuidadoras, favorecer su capacitación, facilitar sus gestiones sanitarias y prevenir y atender su desgaste físico, psíquico y emocional, así como el riesgo de aislamiento social.

 

En el día mundial dedicado a esta enfermedad que se celebra mañana, la Consejería de Sanidad desea transmitir su apoyo a las familias de quienes padecen esta compleja enfermedad, que afecta sensiblemente a la calidad de vida y la autonomía de los pacientes y de las personas que los rodean.

 

El alzhéimer es una patología neurológica, degenerativa, crónica, progresiva y discapacitante que genera una importante dependencia. Se considera la primera causa de demencia en la población ya que aglutina  entre un 50% y un 60% de los casos que se registran.

 

En Asturias, la información disponible sobre esta enfermedad indica que debuta en edades avanzadas, de manera que el 90% de los casos diagnosticados corresponde a personas mayores de 75 años. Es más frecuente en mujeres que en varones y la media de edad de fallecimiento por cualquier causa ocurre a los 85, algo por encima de la esperanza de vida de la población general que es de 82 años.

 

Su incidencia va en aumento y en 2015 se situó en 76 casos por 100.000 habitantes frente a la media anual del periodo 1996-2015 que fue de 46. Esta situación se explicaría en gran parte por el progresivo envejecimiento de la población asturiana en estas últimas dos décadas.

 

Las causas de la enfermedad todavía se desconocen, lo que imposibilita de hecho actuar de manera preventiva y curativa. Por ello, Sanidad se compromete a seguir impulsando la investigación, sumándose a aquellas iniciativas nacionales o internacionales que se orienten a conocer las causas específicas, factores de riesgo y resistencia, y mecanismos neurobiológicos de la enfermedad, así como la efectividad y desarrollo de nuevas terapias farmacológicas y no farmacológicas.

 

La consejería también seguirá apostando por la divulgación y sensibilización social de este mal, para lo que resulta imprescindible contar con el apoyo y la contribución de las asociaciones de enfermos y familias, que prestan un servicio que la sociedad reconoce y agradece.

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