Donar células madre a otro argentino es un acto patriótico

Donar células madre a otro argentino es un acto patriótico

A un año y medio de haberle sido trasplantada médula ósea, Ana María Núñez, mendocina, 54, que sufría un tipo grave de leucemia, se encontró con su donante de células madre, Claudio Cantarelli, 39, de Ensenada, quien emocionado dijo que "donar células madre para otro argentino es un acto patriótico"

 

Fue en el Ministerio de Salud de la Nación, al cumplirse el octavo aniversario de la creación del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH), cuando se encontraron donante y trasplantada.

Claudio Cantarelli, emocionado, le aseguró que “donar células madre para otro argentino es un acto patriótico".

Ana María Núñez, con lágrimas en los ojos, replicó: “Gracias al INCUCAI, al Hospital Central de Mendoza y a Claudio hoy estoy con vida. Tenemos que donar células madre porque hay gente desesperada esperando por su única posibilidad de vida”.

Estaban presentes el titular de la cartera sanitaria nacional, Juan Manzur, y el presidente del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), Carlos Soratti.

La mujer trasplantada contó que, a causa de su enfermedad, debía someterse continuamente a quimioterapias hasta que le informaron de la posibilidad de un trasplante de médula ósea.

Como en su núcleo familiar no se hallaban células madre compatibles con sus genes, los médicos que la atendían recurrieron al Registro Nacional de CPH para encontrar a un donante no emparentado compatible con su patrón genético.

Cantarelli se había anotado en el Registro de CPH a partir de una donación de sangre que había realizado para su suegra, quien debía ser intervenida quirúrgicamente.

En ese momento, el empleado del Registro Civil de Ensenada fue incorporado al Registro, previo consentimiento y resguardo de su identidad.

Más tarde, al surgir la demanda de médula, que en este caso fue para la paciente mendocina, fue consultado para que ratifique su voluntad de donar.

Sin embargo, una norma de confidencialidad establecida por el INCUCAI impide dar a conocer la identidad tanto del paciente como del donante hasta un año y medio de transcurrida la operación.

Para Núñez y Cantarelli el tiempo se cumplió y, al conocerse por estos días, no había más entre ellos que agradecimiento mutuo.

“Para mí es como un hermano. Mis hermanas, que las quiero mucho, no pudieron ayudarme y él sí, porque somos iguales genéticamente, él es mi hermano de la vida”, valoró Núñez tras confesar que le costaba definir su emoción con palabras.

“El agradecido soy yo. Ana me ha dado la oportunidad como ser humano de hacer algo realmente grande”, destacó por su parte Cantarelli, quien agregó que “esta es otra manera de dar vida y creo que nuestra misión ahora es la difusión para la concientización de la población en cuanto a la solidaridad”.

El donante se mostró “orgulloso de ser argentino y de confiar en las instituciones nacionales que no sólo cuentan con excelentes profesionales, sino con enormes seres humanos” y añadió: “Hoy nos toca estar en la vereda de los sanos y poder hacer algo por los que necesitan. Si estuviéramos del otro lado nos gustaría que todos donen médula ósea”.

Dentro del grupo familiar, los hermanos son los mejores donantes para un paciente que necesita un trasplante de CPH debido a las características hereditarias del sistema mayor de histocompatibilidad humano (HLA).

Sin embargo, sólo entre un 25% y un 30% de los pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante familiar compatible, con lo que el resto queda sin acceso a esta práctica terapéutica.

Justamente, para que sea viable la ejecución de un trasplante no emparentado, se recurre a los registros internacionales de donantes voluntarios, que a su vez constituyen la Red BMDW, que agrupa a 54 registros de 40 países con más de 12 millones de donantes efectivos.

Donar es sencillo

Convertirse en donante potencial de células madre es sencillo y, al contrario de lo que se cree, no implica más que una simple extracción de sangre.
Para ello, hay ciertos requisitos que las personas interesadas deben reunir, tales como firmar un consentimiento informado; tener entre 18 y 55 años; pesar más de 50 kilos; estar en buen estado de salud; donar una unidad de sangre (alrededor de medio litro) y no padecer ni haber padecido enfermedades como brucelosis, sífilis, Chagas, hepatitis B y C, HIV Sida y toxoplasmosis.

Para donar sangre, el interesado puede acudir a cualquiera de los 53 centros de donantes que funcionan en los servicios de hemoterapia en distintos hospitales públicos y clínicas privadas distribuidos en todo el territorio nacional.

El procedimiento de donación es simple: el donante es invitado a incorporarse al Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) con información que le brinda el técnico.

En caso de que acceda, debe firmar un consentimiento informado con sus datos personales, los que son protegidos con un código de barras que asegura su anonimato.

Producida la donación, se toma una pequeña muestra que es enviada para realizar el estudio genético de compatibilidad (tipificación de histocompatibilidad HLA), además de analizarse el grupo y factor y los estudios serológicos para las enfermedades infecciosas antes mencionadas. Con la exclusión de los que poseen serología positiva, los donantes son tipificados en el sistema HLA y con sus datos personales protegidos son incorporados al Registro Nacional y a la red internacional.

Las CPH son células madre encargadas de producir glóbulos rojos, que transportan el oxígeno a los tejidos; glóbulos blancos, que combaten las infecciones en el organismo y se ocupan de la vigilancia inmunológica; y plaquetas, que participan del proceso de coagulación de la sangre.

Se hallan en la médula ósea humana, que es un tejido esponjoso ubicado en la parte central de los huesos, donde se fabrican las células sanguíneas. No debe confundirse con la médula espinal, un cordón nervioso ubicado dentro del canal raquídeo.

Las CPH circulan en la sangre cuando se estimula su salida de la médula ósea. Estas células también se encuentran en la sangre del cordón umbilical y de la placenta del bebé recién nacido.

¿Quiénes necesitan trasplante de médula ósea?

Cada año cientos de personas sufren enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplástica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficit inmunológicos. Estas afecciones pueden ser tratadas con un trasplante de CPH, conocido popularmente como trasplante de médula ósea.

Para efectuar el trasplante, en una primera etapa al paciente se le destruyen las células enfermas mediante tratamientos que combinan quimioterapia y/o radioterapia. A continuación, se infunden al paciente las células extraídas del donante.

Finalmente, éstas reemplazarán a las células madre enfermas y comenzarán a producir células sanguíneas propias en un plazo relativamente corto.

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