Recortes Cero-Grupo verde propone la formación de un Gobierno de Progreso a partir de los resultados electorales en las autonómicas
andaluzas del pasado domingo.

La formación cree que un pacto entre PSOE, Ciudadanos y Adelante Andalucía es posible si hay voluntad política para hacerlo. De hecho
la suma de estas tres formaciones suma 71 escaños; 12 más de los que sumaría un tripartito formado por PP, Cs y VOX, que reunirían 59.

En cuanto a los votos, el gobierno de progreso recoge 2.252.914, 448.030 votos más que el 1.804.884 que representaría en tripartito de la
derecha. De hecho, PSOE más Ciudadanos más Adelante Andalucía representan un 35,01% del censo, casi 7 puntos más que el 28,05% sobre el censo que representaría la coalición conservadora.

Representantes de la formación aclaran que, en su propuesta, Recortes Cero no entra en la composición de ese posible gobierno ni en los
términos del acuerdo, pero recuerdan que las tres formaciones han demostrado, en otras ocasiones, capacidad para llegar a pactos y
acuerdos, de gobierno o puntuales y que, tanto en el Parlamento andaluz, como en el Congreso de los Diputados, votan las mismas resoluciones en un elevado porcentaje.

Asimismo, frente a la idea de que Andalucía ha dado un giro a la derecha, fuentes de la Coordinadora Estatal de Recortes Cero, destacan
la coincidencia entre los votos que pierde el PP y los que gana VOX y concluyen que no ha habido un aumento real del voto conservador.

Por otra parte, la elevada abstención que, en general, suele ser sociológicamente progresista y que manifiesta un profundo rechazo a
todas las alternativas que se le presentan, ha contribuido a la distorsión entre los votos y los escaños que compondrán el Parlamento
de Andalucía. De hecho, siguiendo el criterio del candidato más votado, el tripartito conservador permitiría acceder a la presidencia a
un candidato que, no solo no ha frenado el descenso del PP de Pablo Casado, si que ha obtenido el respaldo del 11,64% de votos del censo.

Finalmente, portavoces de Recortes Cero recuerdan que "no vale llevarse las manos a la cabeza ni infundir miedo a la ultraderecha cuando se tiene la posibilidad real de pararla con una alternativa de pacto en cualquiera de sus versiones".