La bruja que sólo sabía soñar

La bruja que sólo sabía soñar

La cruda realidad y la magia no son un todo o nada, de mortales y divinidades, sino un continuo que va desde la pasividad absoluta hasta el poder absoluto. Verónica siempre deseó ser bruja y conseguir todo lo que quisiera con sus poderes mágicos. Cuando pasaba por el escaparate de una juguetería arrugaba su nariz como si fuera la protagonista de Embrujada y esperaba que aquel juguete la estuviera esperando en casa. A veces lo conseguía porque su madre se lo compraba a escondidas para que siguiera convencida de su brujería infantil.

 

Cuando Verónica fue adolescente veía que su amiga Marta tenía un novio guapísimo, ella se quedaba pasmada cuando el guaperas de Ramón pasaba a su lado ¿qué hacía ella? Mover la nariz y esperar…nada.

 

Cuando Verónica fue adulta envidiaba la valentía de su amiga Carla que había conseguido ser la mejor vendedora de España de su compañía de seguros. Se había comprado un piso precioso en la mejor calle de la ciudad. Vero pasaba por allí y se quedaba mirando los fabulosos edificios y… movía la nariz.

 

Cuando Verónica tuvo a su hijo David, que con 14 años la llamó “hija de puta” por prohibirle salir el viernes por la noche tras suspender seis asignaturas, Verónica… movió la nariz. Mientras el hijo de sus vecinos Sonia y Manuel salía de marcha y, a la vez, aprobaba y aún le quedaba tiempo para mantener el respeto hacia sus padres.  

 

Verónica se dio por vencida y pensó que era la única mortal en un mundo de brujas y magos. Tan imposible era para ella conseguir la pareja deseada, el dinero suficiente para comprar cuanto deseara e, incluso, educar a su hijo, como hacer levitar un camión de elefantes.


¿Por qué perdía el tiempo moviendo la nariz? Así nunca se ha logrado la magia, eso pasa sólo en la tele.

 

El mayor secreto de la historia es el Secreto de la Magia, pero sólo algunos han podido acceder a él para distinguir a los magos de los mortales o, más bien, de los mediocres: PONERSE EN ACCIÓN.

 

Debemos cumplir un requisito básico para saber el alcance de nuestro poder mágico: saber cuánto estamos dispuestos a arriesgarnos, a ponernos en evidencia, a pasar ridículo, a herirnos el orgullo propio, a fracasar,  a aguantar un NO y a caer y levantarse sabiendo lo que no tenemos que repetir y teniendo claro lo que tenemos que hacer a continuación.

 

Responde a estas preguntas:

 

¿Qué poder, que ya tiene una persona que tú admiras, te gustaría poseer?

¿Cuál es tu poder? ¿Eres un simple mortal sin poder mágico alguno?

 

Gracias chic@s

@Jcaperan

jacaperan@gmail.com

6 comentarios

  • # Canción Responder

    29/11/2011 14:03

    El poder es la tenacidad, y creer firmemente que puedes conseguir lo que sueñas, trabajando en ello, claro

  • # José Ángel Caperán Responder

    30/11/2011 16:41

    Gracias Canción! Es un poder mágino saber lo que se quiere y saber lo que se está dispuesto a sacrificar por ello, es muy fácil atribuir nuestras mediocreidad a la mala suerte. Las buenas brujas y los buenos magos tienen autocrítica y perfeccionismo.

  • # Andrés Responder

    30/11/2011 20:58

    El poder de la atracción, el poder del talento para tratar a cada persona como le gusta ser tratada

  • # José Ángel Caperán Responder

    08/12/2011 09:57

    Está muy de moda el poder de la atracción, El Secreto y demás... Pero de nada sirve intentar atraer si no conlleva un plan de acción que te haga moverte en la dirección que está tu objetivo. Es ahí donde entra el coaching.

  • # taty Responder

    02/05/2012 05:21

    si poseo un poder mágico desde niña tengo el don de leer la mente y interpretar el tarot , hasta escucho y veo espíritus.aveces no lo acepto pero ya me he acostumbrado un poco.

  • # alfito Responder

    12/05/2014 20:01

    me gustaria que lo que me dice la gente no me condicionara

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